Querida Persona Desconocida, ¿te acuerdas que un día pusimos las nasas? Pues hoy nos dedicamos a poner trampas de carne pequeña. Pero en vez de ponerlas cerca del huerto las repartimos por la isla para conseguir más comida. Al final bendije cada trampa, lo que no sé si es un pecado porque para los mamíferos pequeños es la muerte, aunque para nosotros sean comida. Rezaré por los pequeños mamíferos.
Laika se quedó conmigo en la capilla después del trabajo
mientras yo rezaba. Puse dos velas en el altar y
me senté al lado, en la silla gra
Llora el viento
Mis manos en el altar
Aire frío de paz