Querida Persona Desconocida, del 21 al 24 no pasó nada: ¡días aburridos! Pero el 25 fuimos al islote de los pollos. Te lo repito para que recuerdes mi felicidad: al islote de los pollos. Resulta que anoche caí dormido en la cama, literalmente. Eso que quiere decir que me caí de verdad, dormido antes de tocar el colchón.
No soporto a los que dicen "literalmente" sin saber lo que dicen.
Bueno, pasemos a contar mi, "¡tachán, tachán!", gran y gloriosa aventura al islote de los huevos. Es divertido repetirlo: islote de los pollos, islote de los pollos… bueno ya vale, bueno no, islote de los pollos… Ese no era su nombre de verdad, que no sabemos si alguna vez tuvo uno.
Según Sargento Mamá estaba hecho un "pesado enamorado" con lo de que quiero comer huevos fritos, así que nos mandó ir a Carlos, Laika y a mi para que me "comiera la boca", --lo que literalmente es imposible.
También fui con Carlos y Laica
La travesía fue dura porque el viento nos atacó con tanta fuerza que tengo ganas de pegar al gigante que estaba soplando. No nos caímos, pero nos tuvimos que matar a palear solo para mantener la dirección y con la orza sacada del todo. Nos dolían los brazos, los hombros, la espalda y todo lo que puede doler. Pero no pudimos descansar ni un rato porque si lo intentabas venía el viento y te arrastraba hacia el mar abierto, lo que en mi idioma significa "la muerte". Así que aguantamos el dolor todo el viaje.
El sitio es una palabrota; --te imaginas cuál. Es una mini-montaña con una mini-playa escondida y todo el resto rompientes peligrosas. Tienes que ir directo con el kayak a la mini-playa a toda velocidad y esquivar las rocas en el último segundo. De lo contrario la corriente te saca y vuelta a empezar. Pues imagina con nuestro dolor y cansancio.
Aunque después parece una gran aventura. \(^_^)/
Cuando llegas, ¿qué hay?, algas, piedras, charcos de lluvia y porquería y ¡piiiip! de pájaro cubriendo todo lo demás. La mayoría de la piiiip está seca, y es blanca, pero aun así da asco, etcétera. ¿Es qué no pueden hacerlo en el mar?
Bueno, hay un camino secreto en el islote que va desde su mini-playa a su mini-montaña, donde las aves marinas descansan sin ningún peligro a que nadie se las coma. Porque no hay ni zorros, ni perros, ni personas. Pero llegamos nosotros y cazamos siete. No hace falta ser muy buen cazador, porque son muy confiados. Basta tener escopetas y esperar.
Los desplumamos, las limpiamos y a la bolsa. Solo nos hemos comido los hígados bien fritos con un poquito de su propia grasa. ¡Muy rico!
La vuelta fue todo lo contrario. Ahora el viento soplaba de nuestro gusto y hasta se podían surfear las olas con los kayaks, pero no lo hicimos porque se nos venía la noche encima y nos caíamos de dolor, sufrimiento y cansancio. (No literalmente).
Hombros ardiendo
El mar salta a los ojos
Cerca, la playa
No sé si eso cuenta como haiku... una duda.