Querida Persona Desconocida, La lluvia llegó también
hoy y si es como el año pasado se quedará hasta que
vengan las nieves. El sol se difumina, los días
se acortan y pronto nacerán las tormentas.
Pero este año no voy a dejar que el tiempo me deprima.
Se lo dije a Sargento Mamá:
--Mamá, la lluvia me hace más fuerte.
--¡Qué miedo!
--¿Por qué?
--Vas a ser un monstruo terrrrible.
--En mi interior, mamá, más fuerte en mi interior, eso es lo que quiero decir.
--"Vaale", mira, por allí hay cangrejos, a ver si los pillas. --Eso es para que callara mis cosas raras.
Cuando pasan conversaciones así me acuerdo de papá. Con papá hubiéramos hablado en profundo. Se habría acordado de Heidegger, de Levinás, de Platón o de gente de ese estilo y me hubiera comunicado su sabiduría, y me hubiera dejado pensar a mí también como si fuera de esa gente, no como cuando hablas a un niño. Pero Sargento mamá es más práctica y burlona y no le importan los pensamientos profundos. En fin, no es que esté mal, es que echo de menos a papá…
Sargento mamá se casó con papá. Se querían y todo eso, pero es muy misterioso. Una sargento (se dice así, no sargenta) española y un profesor escocés, ¿por qué! Así salí yo de raro.
..:: Una preocupación tenebrosa ::..
Me deprimo contando las latas que nos quedan. No tenemos para todo el invierno. Si el tiempo es peor que el año pasado los guisantes no saldrán, la pesca será difícil y la caza imposible (o al revés) y entonces pasaremos hambre y vendrá la enfermedad; quizás incluso "las muertes".
Entre las olas
¿Está ahí papá?
Solo es mar