Año 881, Verano, día 13
Hola Cotta, hoy ha pasado una cosa increíble, que me da esperanzas. Verás, por la mañana temprano, el profesor me dijo que me vistiera, que nos íbamos a la ciudad, porque tenía que reunirse con Aica, la guía. Le dije que sí, claro, pero me quedé un poco triste porque solo me recordaba que no iba a ir a la expedición. Pero luego me di cuenta de que iba a salir de mi habitación y de la universidad y visitaría una de las ciudades más importantes del mundo. Desde luego, a veces es que soy tonto.
Salimos en lo que tardé en echarme la capa encima. El Señor Labiosjuntos, mi bobo enemigo, me miró enfadado y yo sonreí, porque yo me iba a disfrutar y el se queda aquí dentro. RISA MALVADA. En fin, ya me las cobrará, seguro. Salimos en dos bestias de las universidad: un caballo para el profesor y un mulo para mi, que es mejor porque no sé montar y los caballos pueden ser un poco salvajes para los torpes del todo como yo. Y la verdad que el mulo se portó muy bien conmigo y no se quedó atrás ni nada. Pero si fuera libre intentaría aprender a montar y tener mi propio caballo. Sueños…
No tardamos mucho en llegar a la ciudad pero ya había una cola de comerciantes a las puertas. —Tienen que pagar el fielato —me dijo el profesor— para eso es para lo que sirven las murallas. —Ya, antes era para defendernos de los orcos, pero ahora reina la paz. Falta que todos seamos libre y eso…
Bueno, me gustó la ciudad aunque estos sitios grandes llenos de gente de me confunden. Es como vivir en un hormiguero, pero con hormigas músicas, otras gritando lo que quieren verder, otras corriendo porque son niños, otras intentando robar... Pasamos por la zona noble de la ciudad, llena de palacios grandes y pequeños; muy bonitos pero no me gustan, porque ahí es donde viven la mayoría de los amos. Pero después dimos una vuelta y no sé cómo apareció un gran plaza sin casi tiendas y, en medio de todo, El Hexágono: Casa de Aventuras. Se llama así de verdad y es un hexágono, bueno, un prisma hexagonal, con una puerta y dos ventanas en cada una de sus paredes. Allí se aloja Aica en estos momentos.
—¿Quieres ir abajo o me esperas aquí? —Me dijo el profesor.
No sé si lo sabes pero a muchas personas libres no les gusta que los que son como yo coman con ellas. Así que muchas tabernas tienen un sótano para los que son como yo donde puedes comer, pero no es igual que arriba. Es todo más pobre, claro. Aunque yo nunca lo he vivido, solo me lo han contado, preferí quedarme fuera. Paso tanto tiempo en mi habitación estudiando y en el observatorio y lo que queda casi siempre dentro de los edificios de la universidad... que no me apetecía nada quedarme en un sótano.
Bueno pues el profesor se fue y yo me quedé fuera esperando. Y como que cuando pasó como la mitad de una hora un chico mayor, casi adulto, se me presenta.
—Hola, me llamo Pip —me dijo.
Me asusté un poco. ¿Sería un ladrón de ciudad? ¿Un secuestrador de niños? Una idea tonta porque era de día en el centro de Almas. Además iba vestido con ropas de campo, como un cazador o algo así. Nada raro tan cerca del héxagono. Pero aún así... ¿qué querría? —Buenos días, señor Pip. Espero a mi profesor.
—Ya veo, eres de esos niños listos de la universidad, ¿no?
Vuelta a los nervios, creí que buscaba fastidiarme, pero en fin, me pasan cosas peores.
—La universidad es mi propietaria. ¿A qué se dedica usted?
—Soy guía, ayudo a mi jefe con las expediciones y eso.
—¡Vaya! —Me entusiasmé y le empecé a preguntar toda clase de cosas, como un niño pequeño. Fue un error, claro, pero Pip no se enfadó conmigo, sino que me contaba todas sus aventuras y yo me emocionaba más y más. Solo que al final me puse triste y él lo notó.
—No me has dicho tu nombre. —Me dijo con voz preocupada.
—Me llamo Casy, como la palabra casi
.
—Vale, Casy, aquí en el sur tenéis nombres raros... bueno, ¿qué te ha puesto tan triste?
Nuevo y peor error, le dije la verdad. —Nunca me podré ir de aventuras. Porque...
Me interrumpió. —Lo sé. Oye, si alguna vez puedes podré ser tu guía, gratis.
—Gracias.
Y seguimos hablando de cosas y después se fue, y al final lo vi salir con el profesor y Aica. ¡Su jefa es Aica! ¿Entiendes lo que signfica? A lo mejor se compadece de mi y puede hacer algo y me llevan. (No me tengo que morder las uñas)